Mostrando entradas con la etiqueta tiempo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tiempo. Mostrar todas las entradas

lunes, 31 de julio de 2017

Hoy empiezan las vacaciones para muchos de nosotros.

Te dejamos esta guía práctica sobre cómo aprovechar las vacaciones para reflexionar y crecer profesionalmente.


Esperamos que la disfrutes.



















Publicado por Juan Bueno.
Managing Partner de R&
H Talento y Personas



https://acumbamail.com/signup/53558/ce1a82e2-847a-11e3-985f-02163e4563a2/

Publicado el lunes, 31 de julio de 2017 a las 19:53 por Juan Bueno

Ningún comentario

domingo, 22 de mayo de 2016


En la sociedad actual hablamos sin cesar de ser eficiente, de establecer unos objetivos y lograrlos con criterios de eficacia, en el menor tiempo posible y con el coste más ajustado de recursos. Para hacer frente a esa exigencia en el ámbito laboral es adecuado contar con unos buenos hábitos que proceden de nuestra área personal.



Así, si desde pequeños desarrollamos las prácticas adecuadas, ordenadas, metódicas y respetando sus tiempos es probable que cuando alcancemos la vida adulta esas rutinas estén plenamente interiorizadas en nuestra faceta personal. Y si así fuera esos usos se convertirían en experiencias muy convenientes en el mundo laboral.
El orden y la planificación están directamente vinculados con la eficiencia, y ésta con los resultados. Es difícil, por no decir imposible obtener la excelencia desde el caos, la improvisación o la falta de sistema. Sin embargo todos conocemos a un amigo que afirma:” yo funciono muy bien en mi desorden”. Y es cierto que algunas personas se desenvuelven aparentemente bien en una cierta desorganización ante el estupor de los más sistemáticos. Pero lo cierto es que los criterios de eficiencia tienen una ligazón intensa con el orden, el método y la disciplina. Además un entorno de actividades debidamente establecido y organizado es fácilmente transferible a otra persona, mientras que un trabajo enredado y laberíntico es complejo para ser contado o trasladado a otra persona. La sistematización y el método proporciona seguridad y certeza.

Hay dos elementos muy significativos para ser eficiente y no morir en el intento: hacer una buena distribución del tiempo y ser adecuadamente asertivo.
                        
El tiempo es un aliado o un enemigo. Si es objeto de una correcta planificación parece que se estira milagrosamente. ¡cuidado! Solemos afirmar que no planificamos porque no tenemos tiempo, pero al final no tenemos tiempo porque no planificamos.

¿Quieres ser convenientemente asertivo?: No te pierdas nuestros próximos artículos de "La actualidad en 2 minutos" y lo descubrirás en breve.

El equipo de redacción
R&H Talento y Personas



https://acumbamail.com/signup/53558/ce1a82e2-847a-11e3-985f-02163e4563a2/

Publicado el domingo, 22 de mayo de 2016 a las 18:55 por Juan Bueno

Ningún comentario

lunes, 6 de julio de 2015

Descárgate gratis el eBook: Dueño de mi tiempo. Aquí

Un compendio de consejos y herramientas útiles para optimizar nuestro recurso más escaso: el tiempo, TU TIEMPO.



La clave no está en el tiempo de que disponemos, que es el mismo para todos, sino en lo que hacemos con ese tiempo, es decir, en cómo lo empleamos.

Para ser dueños de nuestro tiempo es preciso hacer las cosas que tenemos que hacer y hacerlas bien, lo cual introduce el concepto de eficiencia, es decir, lograr hacerlas con el menor coste posible, tanto en tiempo como en dinero.

Publicado por Juan Bueno.
Managing Partner de R&H Talento y Personas



Publicado el lunes, 6 de julio de 2015 a las 18:51 por Juan Bueno

Ningún comentario

viernes, 27 de marzo de 2015



Mi experiencia en la implantación de programas de “Gestión del tiempo y productividad” me ha llevado a dos claras conclusiones: Es unánime la preocupación de trabajadores y directivos reflejada en la expresión “no tengo tiempo”; y son muy “agradecidos” (si me permitís expresión tan coloquial) dichos programas. El motivo del éxito de éstos es la convicción de la importancia del tiempo en la vida actual. Son también numerosas las personas que afirman que “el tiempo es oro”, aunque yo creo que el tiempo es vida. Y la vida es lo más valioso que tenemos. De modo que no es cuestión baladí empezar a distinguir entre lo importante y lo urgente.

Una adecuada gestión del tiempo es así mismo un ejercicio de respeto por los demás: su tiempo es tan valioso como el mío. Y es un elemento a tener en cuenta en la productividad de un equipo. Una correcta planificación del tiempo y sus prioridades, se traduce en una competencia técnica y profesional altamente reconocida en las organizaciones.

Según datos de un estudio al que nos referiremos posteriormente, a pesar de dedicar a nuestro trabajo una media que supera las 9 horas diarias,  nuestra productividad real apenas alcanza las 6 horas. Y esta situación debe ser objeto de un concienzudo análisis. Porque antes de planificar hay que averiguar en qué estoy empleando mi tiempo y cuánto me reporta esa utilización.
Ese imprescindible análisis sobre a qué dedico mi tiempo lleva aparejado algunas recetas infalibles:
Ocupar las horas más productivas del día en las tareas que requieren más esfuerzo, concentración o capacidad cognitiva. Eso depende de cada uno de nosotros, pero en general las primeras horas de la mañana, si van precedidas de un sueño reparador, suelen ser las idóneas. Porque ese es un elemento importante: la falta de sueño o la duración inadecuada de nuestras horas de descanso incide en nuestra capacidad de rendimiento. Y ya lo hemos dicho antes, de poco me sirve estar en mi puesto de trabajo diez horas si apenas rindo cinco o seis. Eso sólo contribuirá a agotarme física y mentalmente.

Las horas son las mismas para nosotros que para grandes directivos, investigadores, científicos o empresarios. No nos engañemos. El problema no es “me falta tiempo”, es que tengo un cierto lío con mis tareas y su jerarquización.
¿Trabajas por impulsos o te preocupas por fijar objetivos? Anuales, mensuales, semanales, diarios…. Pues esa tarea es ineludible, y cuando hayas interiorizado que hay que hacerlo ya no podrás vivir en el caos y la improvisación
Un estudio sobre Tiempo y Productividad publicado por Work Meter confirma, por ejemplo, que consultamos el mail unas 35 veces al día lo cual supone la cuarta parte de nuestra jornada laboral!!!!! Las interrupciones están entre las 50 y 60 diarias y lo más grave es que tras ser interrumpidos necesitamos entre 2 y 3 minutos para estar de nuevo concentrados al 100%. Según ese mismo estudio,  el coste de todos esos ladrones de tiempo está valorado en más de 8.000 euros por empleado y año. Los datos hablan por sí solos.
Inadecuada gestión del mail, pérdida de tiempos en reuniones poco fructíferas, compañeros que nos interrumpen sin descanso. Y todo esto sin haber mencionado todavía cómo nuestro trabajo invade otras esferas de nuestra vida que deberían estar más protegidas. Que tire la primera piedra quién no atiende llamadas desde su casa después de la cena, quien no mira de cuando en cuando el mail los fines de semana como si el futuro de la Empresa dependiera exclusivamente de nosotros o quien se ha levantado de una comida o ha salido de un curso para atender una llamada.  
Otro ladrón de tiempo, aunque este de tipo interno, es la actitud de procastinar (es decir aplazar, postergar algo que tenemos que hacer) y que tampoco nos ayuda. Este ladrón de guante blanco viene muy determinado por nuestra actitud ante el trabajo y nuestra personalidad. En este caso, si un comportamiento procastinador nos perjudica hay que echar mano del sabio refranero español “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.

Planificar y visualizar con anticipación la globalidad de nuestras tareas nos permitirá centrarnos en el core business de nuestra actividad, desechando las tareas improductivas o delegables.

Planteo también para la reflexión un estudio de la Universidad de Stanford que explica las disfunciones que genera la llamada “multitarea” (atendemos varios temas a la vez y todos con alta exigencia), disminuyendo nuestra capacidad de concentración y la calidad del trabajo realizado, al existir muy poca orientación al detalle. Ese estudio afirma que la multitarea es sólo un recurso en casos especiales, pero no un modo de trabajar adecuado. Y sin embargo miro a mi alrededor y me parece estar rodeada por muchos y muchas multitareas permanentes. ¿Estaremos poniendo el foco en el lugar equivocado?

Otro error bastante común es la asignación mal calculada  de tiempos a los trabajos que tenemos encomendados y que debería ser lo más realista posible, para evitar la Ley de Parkinson que dice “se tarda tanto en terminar un trabajo como tiempo se tiene para ello”.
Por último me gustaría recordar la necesidad de reservar momentos para pensar y reflexionar. No sólo hay que ejecutar. Pensar nos permite innovar y mejorar, elementos básicos de la competitividad.

Y cuidado, revisa tu personalidad y tu forma de actuar. Si tienes un perfil controlador o paternalista, lo tienes un poco más difícil. Tus jornadas podrán ser muy largas si necesitas supervisar en todo a tu equipo porque no te fías de ellos o porque asumes tareas que no son tuyas.

Yo valoro enormemente mi tiempo y me gusta ser su dueña. Es bueno para mí y para los que me rodean. Y tú, ¿quieres ser dueño de tu tiempo?

May Ferreira





Publicado el viernes, 27 de marzo de 2015 a las 9:32 por Juan Bueno

1 comentario