martes, 3 de junio de 2014


Siempre que tengo oportunidad, cuando asisto a reuniones, o estoy dando un seminario o una o conferencia, me gusta preguntar a los asistentes si practican la empatía.  La mayoría de las respuestas son afirmativas:  con mucho entusiasmo oigo decir con frecuencia “yo soy muy empático”. Es posible que el término "empatía" esté de moda en muchos ambientes profesionales, pero me temo que la realidad dista bastante de esta afirmación. No es tan fácil como pensamos, "meternos" de verdad en la piel del otro.




La empatía es un término bastante complejo, y aunque seguramente nos mueve la mejor intención, no suele tener buen resultado decirle a esa amigo al que acaban de despedir “no te preocupes”. Esa frase no es más que un formulismo, pero ni eso significa ponerse en el lugar del otro ni entender que puede estar sintiendo en ese momento ni mucho menos ser empático.

La simplificación de algunos conceptos que irrumpen en nuestra vida y se repiten con tanta frecuencia que casi nos vemos “obligados” a integrarlos en nuestros esquemas mentales, provocan algunas interpretaciones, casi planas, de ideas bastante más complicadas. Así decimos que la empatía es “ponerse en el lugar del otro”. Así de simple. Pero ¿qué significa realmente? 

Cuando ese amigo mío que ha sido arbitrariamente despedido se siente humillado, abatido, lleno de ira, temeroso, y va pasando por sucesivos estados de ánimo  ¿qué hago para compartir ese momento emocional con él?  

Claro que puedo ponerme en su situación. Despedido en un momento de fuerte crisis y con un panorama laboral muy difícil por delante. Esa sensación puede durar apenas unos segundos de vivencia o pensamiento, más o menos intensos, según sea mi relación o la intensidad de mi sentimiento hacia ese amigo.

No sólo hay que vivir la situación sino la emoción. Y ahí es donde radica la complejidad. Nos cuesta reconocer las emociones y ponerles nombre. Saber cuándo sentimos miedo, rabia, ira… y resulta imprescindible distinguirlas en uno mismo para así reconocerlas de inmediato en los demás. Sólo así podremos desarrollar una verdadera conducta empática.

Y para eso en muchas ocasiones hay que huir de “la maldición de las buenas formas”. Es preferible no decir nada, o simplemente dar un abrazo o apoyar con la mirada o con una sonrisa antes de lanzar un “eso no es nada” o “no te preocupes” ante circunstancias realmente graves que está padeciendo la persona que tenemos enfrente.

Daniel Goleman afirma que la empatía es una de las habilidades esenciales de la Inteligencia Emocional y que muchos estudios han demostrado que está directamente relacionada con la felicidad.

Para ser realmente empático (y no simplemente agradable o simpático, con lo que con frecuencia lo confundimos) es necesario practicar una escucha eficaz, es decir, escuchar realmente, lo cual quiere decir, escuchar y entender. En definitiva, escuchar para comprender.

Y sufrir. Sí, sí lo que estáis leyendo es correcto. Es preciso haber sufrido. ¿quién puede comprender el sufrimiento de alguien sino ha sufrido antes? Claro que no es necesario haber vivido las mismas situaciones pero sí tener vivencias, buenas y malas, que permitan poner en valor y en perspectiva los momentos por los que está pasando otra persona.

Esa mencionada Inteligencia Emocional es una de las competencias complejas más demandadas en los directivos actuales y de las más ligadas con el éxito en las circunstancias actuales en relación a la resolución de problemas complejos, en entornos muy cambiantes, así que no parece baladí aplicarnos en mejorarla.

Hace unos días presencié la conversación de dos mujeres muy ancianas que viven en la misma residencia. Las dos eran viudas y recordaban a sus respectivos maridos con cariño y añoranza. Entonces una de ellas, la de más edad, 92 años, le dijo a la otra: ”me acuerdo todos los días de mi marido pero lo peor, es perder a un hijo; yo perdí a un hijo cuando él tenía 50 años y eso nunca nunca tiene explicación”.
 
 
La anciana era bajita y enjuta pero estas frases salieron de su garganta con una fuerza tremenda mientras sus ojos brillaban y ella parecía encogerse más todavía. Su amiga se quedó pálida y con un hilo de voz le dijo “no te preocupes”. Sé que lo hizo con la mejor intención, pero nunca unas palabras me parecieron tan inútiles y evitables. La anciana, en un terrible ejercicio de sentido común le dijo “ya no me preocupo, sólo sufro”. Su amiga ya no dijo nada más. Ya no podía. A veces el silencio es el mejor compañero.

 
En esta ocasión sí fue empática. Tremendamente empática.

Juan F. Bueno

Publicado el martes, 3 de junio de 2014 a las 21:26 por Juan Bueno

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lunes, 2 de junio de 2014

Inditex, Industrias de Diseño Textil, S.A, es el principal distribuidor de moda del mundo.

Conformado por 8 marcas comerciales: Zara, Massimo Dutti,  Pull & Bear, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterquë,   tiene su sede social está en Arteixo (La Coruña).


Además de las 8 marcas comerciales citadas, Inditex posee otras 2, que a día de hoy son extensiones de la principal, que es Zara y que son: Zara Kids (inicialmente Kiddy’s) Class, centrada en moda infantil y  Lefties, que es la marca de “outlet” del Grupo.

 


 


La Historia de Inditex

En 1963  Amancio Ortega funda una Empresa dedicada a la fabricación de prendas de vestir femeninas, que crece progresivamente hasta contar con varios centros de fabricación, que hoy en día distribuyen sus productos a un sinfín de países.


La primera tienda Zara abrió en Diciembre de  1975 en la calle Juan Flórez de  La Coruña, lugar en el que inició su actividad el Grupo y en el que se ubican los servicios centrales de la compañía a día de hoy. Durante los siguientes diez años, el Grupo se extiende rápidamente por toda España y en 1985 se crea INDITEX como cabecera del grupo de Empresas

 
Tras la expansión por España es cuando se produce la salida al exterior, abriendo tiendas en Oporto (1988), Nueva York (1989) y París (1990).


Desde entonces, Inditex, está en una constante expansión internacional. Sus más de 6.300 tiendas, ubicadas en las calles y avenidas más prestigiosas de todo el mundo, están presentes en más de 500 ciudades de 87 países en los cinco continentes.


Inditex,  que abarca todos los procesos de la moda: Diseño, fabricación, distribución y venta (siempre en tiendas propias), es además un fenómeno de masas en la red, Zara tiene 22 millones de seguidores en Facebook.

La verdadera revolución de Inditex es la orientación de su cadena de valor hacia el cliente. Lo que hoy puede ser una constante en el mundo de los negocios, lo supo ver Amancio Ortega desde el principio de su andadura empresarial: Estar pendiente de lo que demanda el cliente. La moda no la dictan los diseñadores, la dicta el cliente.


El desarrollo de las marcas
 
En 1989, se crea Tempe que diseña, fabrica y distribuye el calzado para todas las tiendas de las distintas marcas comerciales de Inditex. Tempe es la gran desconocida del grupo, ya que no opera bajo el nombre de su marca, teniendo una capacidad de producción de más de 33 millones de pares de zapatos al año. La primera colección de calzado llegó a las tiendas de Zara con sección de niño en 1990.

En 1991 el Grupo crea la cadena Pull & Bear,  con el objetivo de proponer una moda juvenil y desenfadada, con un estilo muy urbano. Ese mismo año adquiere el 65% de Massimo Dutti, compra que completaría al 100%  en 1995. Y también en 1991 abrió sus puertas la primera tienda de Kiddy’s Class en España (en la actualidad Zara Kids). Aunque no fue hasta 2002 cuando el Grupo decidió potenciar su presencia en el segmento de la moda infantil, con el desarrollo como cadena independiente.


En 1998 abre sus puertas Bershka, con el objetivo de captar a un público más joven, con moda más informal y  en 1999, Inditex compra  Stradivarius, al que dota de  un estilo intermedio entre Pull & Bear y Bershka,  convirtiéndose de esta forma en la quinta marca comercial de Inditex. Este mismo año, Lefties pasa a formar parte de Inditex, como la marca de “outlet” de Zara, aunque hoy en día Lefties posee colección propia.

 
En el 2001 se produce el lanzamiento de la firma  Oysho dedicada a la lencería y ropa interior femenina  y el 23 de mayo comienza la cotización en bolsa de Inditex, con un valor  de salida de 1 billón de pesetas.  Dos meses después el Grupo ya formaba parte del Ibex 35. Esto ha llevado a Amancio Ortega (poseedor del 59,3% de las acciones del Grupo),  a ser la tercera fortuna más grande del planeta (fortuna cifrada en 52.000 millones de dólares) por detrás de Bill Gates y Carlos Slim.

 La expansión de la firma continúa con la apertura de un Centro de Distribución de Zara en Zaragoza en 2003.  Este mismo año aparece Often, una nueva marca ligada a Pull & Bear que desaparecería en 2006. Este mismo año se produce el lanzamiento de Zara Home, especializada en artículos para la casa, menaje e interiorismo.

En 2006, Inditex inaugura en León  un importante Centro Logístico para dar cobertura al Noroeste de España. Al año siguiente, en 2007, se pone en marcha la primera tienda online del grupo de la mano de Zara Home.

En 2008 se inaugura la Plataforma logística en Meco (Madrid), con una superficie de 16 hectáreas. Ese mismo año, Inditex lanzó, la que es hasta el momento, su última firma, Uterqüe, dedicada al mundo de los complementos y accesorios, con un ambiente sobrio, inspirado en los clubs ingleses.

En 2009 Inditex superó en ventas a GAP, convirtiéndose en la 1ª empresa del mundo en el sector de la confección textil, por delante de GAP y H&M.

En 2010 Inditex abre 437 nuevas tiendas, incrementando sus ventas hasta 12.527 millones de euros (un 13% sobre el ejercicio anterior). El 2 de septiembre Zara lanza su plataforma de venta por Internet.
 

En 2011 la expansión por Asia es un éxito (especialmente en China) y logra aumentar su facturación hasta 13.793 millones de euros (un 10% más que el ejercicio anterior), abriendo 483 nuevas tiendas (entre las que se encuentra la neoyorquina de la 5ª Avenida) y creando 9.374 nuevos puestos de trabajo. Ese mismo año se inaugura en Tordera (Barcelona) un centro logístico “único en el mundo”.

En 2012 el incremento de la facturación continúa imparable, situándola en 15.946 millones de euros. Las tiendas superan las 6.000 y crea 10.800 empleos en el año.


En 2013 Inditex creó más de 8.000 nuevos puestos de trabajo, situando su plantilla en 128.813 personas. Elevó su facturación hasta los 16.724 millones de euros y obtuvo unos resultados positivos de 2,4 millones de euros. A final del ejercicio, tiene abiertas un total de 6.340 tiendas.
 
 
Juan F. Bueno

Publicado el lunes, 2 de junio de 2014 a las 22:10 por Juan Bueno

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Las reuniones de trabajo consumen gran parte de nuestro tiempo en el ámbito profesional.

Pero ¿sabemos gestionarlas adecuadamente?

Esta práctica guía nos ayudará a optimizar nuestro bien más preciado y escaso:  EL TIEMPO, gracias a la gestión adecuada de nuestras reuniones de trabajo.


 
 
Contenido:


I. Preparación y convocatoria
 
II. Conducción y realización
 
III. Acta y evaluación
 
 
 
 

 I. Preparación y Convocatoria


Pasos:  
              1. Fijar Objetivos.
              2. Determinar los participantes.
              3.  Confirmar la logística.
              4.  Elaborar la Agenda.
Paso 1. Fijar Objetivos.
   Preguntas a plantearse: 
1.    ¿Por qué es necesaria la reunión?
2.    ¿Es posible alcanzar los objetivos sin una reunión?
3.    ¿Puede sustituirse por video conferencia, e-mail, llamada telefónica compartida?.

     Reflexionar sobre el propósito de la reunión:

1.    ¿Sobre que asunto vamos a hablar, informar?.
2.    ¿Qué habrá que decidir?.
3.    ¿Qué queremos conseguir?. 

Paso 2. Determinar los participantes.
 Incluir  la lista de las personas adecuadas, teniendo en cuenta lo siguiente: 
                               - Aquellos a los que se debe informar.
                               - Aquellos a los que se debe consultar.
                               - Aquellos que pueden aportar.
                               - Aquellos que pueden y deben tomar decisiones. 
Decidir de qué va hablar o informar cada participante, acordando con el interesado el alcance de su exposición y tiempo que prevé,  para definir el tiempo total de la reunión. 

Paso 3. Confirmar la logística. 
Facilitar a todos la información pertinente, al menos tres días antes de la fecha prevista y que debe incluir lo siguiente: 

1.    Cuando: Fecha y hora de comienzo y hora de finalización
   2.    Donde: Lugar (hotel, sala, despacho).
   3.    Nombre y teléfono de la persona de contacto, para resolver dudas o avisar de imprevistos.
   4.     Horario de comidas y descansos.
   5.    Materiales que deben llevar los participantes: informes, documentos, muestras, diagramas, estadísticas...etc.
   6.    Preparación previa: documentos que deben leer previamente o estudiar.
   7.    Lista de los participantes e información sobre su ponencia o el porqué de su presencia en la reunión.
   8.   Quien dirige la reunión, quien la modera  y quien se encargará de las     responsabilidades de secretario.

Nota: Para la eficacia de las reuniones es importante que existan estas tres funciones: presidente, moderador y secretario. No obstante, puede en ocasiones, valorarse la conveniencia de que quien preside la reunión, asuma también las funciones de moderador.
 
En la medida en que quien modera, no tenga un ascendiente jerárquico con el resto de asistentes o alguno de ellos, que pudiera influir negativamente, en la espontaneidad o libertad de hablar, puede entonces coincidir  las funciones de presidente y moderador.

En las reuniones de coordinación donde hay una situación de “iguales entre iguales”, el moderador siempre asumirá las funciones de presidencia. 

Paso 4. Elaborar la agenda. 
  1. Prepare una agenda  con un sumario claro y completo de los temas a tratar, utilizando el modelo del Anexo I.
  2. Adjunte toda la información que sea relevante, (paso nº 3, anterior).
  3. Sea realista, no incluya mas temas de los que razonablemente puedan ser discutidos, en el tiempo asignado.
  4. Tenga en cuenta las sugerencias de otros participantes.
  5. Redacte la agenda de forma clara con frases y términos coloquiales. Evite las abreviaturas y siglas que no sean conocidas por los participantes.
  6. Incluir siempre:
    • Lista de temas
    • Tiempo para cada tema
    • Personas responsables. 

II. Conducción y Realización


  1. Presidir una reunión.
  2. Moderar una reunión.
  3. Tratamiento de los asuntos
  4. Secretario de la reunión
  5. Participantes en la reunión
  6. Consejos prácticos. 
1. Presidir una reunión. 
Quien preside la reunión deberá apoyar en todo momento la gestión del moderador, que es sobre quien realmente recae la responsabilidad de la buena marcha de la reunión.
Procurará actuar como uno mas, especialmente en las etapas de “tormenta de ideas”, donde se buscan soluciones con creatividad.

2.  Moderar una reunión.
El moderador no tiene que ser necesariamente quien preside la reunión. La  preside quien debe por función de su cargo, aunque es buena práctica ceder la presidencia de vez en cuando. Puede ayudar a la creatividad en la toma de decisiones y en la aportación de soluciones. Véase nota de I. Preparación y Convocatoria, Paso 3, en Pág. 2. 

La labor del moderador es asegurar:

  1. Que la reunión empieza y termina puntualmente.
  2. Que el tiempo se consume tratando los temas de la agenda según el orden establecido.
  3. Que las discusiones no nos desvían del tema.
  4. Que todos los presentes participan activamente.
  5. Que si surgen asuntos personales, se tratan con brevedad.
  6. Que todas las conclusiones y decisiones, están claras para todos los presentes.
  7. Que se repasan las conclusiones y decisiones, antes de que la reunión finalice.
         3. Tratamiento de los  asuntos. 
  1. Priorizar, si no estuviese ya  previsto en la agenda y tratar primero el tema mas importante.
  2. Posponer los asuntos menos importantes para la próxima reunión, si es necesario para cumplir con el horario.
  3. Tratar conjuntamente los asuntos que tengan relación entre si.
  4. Establecer un límite de tiempo para cada tema y cumplir con la agenda prevista, excepto que aparezca un imprevisto y se priorice de nuevo.
  5. Para cada decisión fijar claramente: qué hay que hacer, quien se hace responsable y para cuando.
  6. Huir de las indecisiones y conclusiones poco claras. 
4.    Secretario de la reunión.
El secretario desempeña un papel importante en  la reunión, por eso es conveniente que en todas las reuniones exista esta función.
En todas las situaciones, donde se intercambia mucha información, puede haber distintas interpretaciones, que él debe aclarar. 
Concretamente deberá:
  1.    Captar ideas sin desvirtuar y parafrasear.
  2.    Revisar para comprobar que en todo momento se está tomando nota de la información adecuada.
  3.    Ayudar al moderador a conducir la reunión.
4. Confeccionar las actas.  

Consejos para un secretario eficiente.
1.    Pide aclaraciones cuando debe comprobar si anotó bien la información.
2.    Escribe solo las palabras o frases esenciales. No necesita consignarlo todo, como el taquígrafo del juzgado.
3.    Trata de usar las mismas palabras expresadas, no una interpretación propia.
4.    Cuando la ocasión lo requiera, se ayuda de un “papelografo” o pizarra,  para escribir, a plena vista de todos y con letra bien legible, los aspectos concretos de la información que se aporta o acuerdos alcanzados.
5.    Usa círculos o subrayados, para destacar ideas, frases, decisiones o mensajes importantes.
6.    Numera todos los diagramas para mantener el orden y el flujo de la información.
7.    No elimina ideas o frases, tan solo por que  no está de acuerdo.
8.    Si la reunión es larga y técnica, solicita al grupo que revise las notas periódicamente.  

5.    Participantes en la reunión.
La responsabilidad del participante, no se limita a su presencia física; el éxito de la reunión depende de la involucración, compromiso, creatividad, entusiasmo y participación activa de todos los asistentes. 
Para la eficacia de las reuniones, como participante deberías considerar los siguientes consejos:
1.    Cuando seas convocado a una reunión, reflexiona sobre la necesidad de que tu asistas o bien puedas mandar a otra / as personas en tu lugar.
2.    Asegúrate del papel que estás desempeñando en al reunión. ¿Qué consigues asistiendo?. ¿En que puedes contribuir?.
3.    Conoce los nombres, cargos y papeles de los demás participantes. Si la reunión es externa, solicita sus tarjetas y ofréceles la tuya.
4.    Involúcrate. Participa activamente. Escucha y pide ser escuchado. Presenta tus ideas sincera y coherentemente.
5.    No te permitas interrupciones: tu móvil, el teléfono, evita que te llamen. Estar en lo que estás favorece la eficacia.
6.    No hables en exceso ni trates de ser dominante.
7.    Sé un buen oyente  –escucha empáticamente-, que supone esforzarse por comprender las ideas de los demás y qué se esconde detrás de ellas. Demuestra tu interés a través del lenguaje corporal.
8.    No critiques ni con el lenguaje corporal (sonrisitas, muecas, miradas).
9.    Pregunta cuando algo no esté claro.
10. Sé tolerante. No permitas que los puntos de vista de los demás, su comportamiento, vestimenta o manera de hablar, te irriten.
11.  Mantente en el tema que se está tratando. No hagas comentarios que no sean relevantes para ese tema o que solo sirvan a tus propios intereses.
12. No hagas promesas a menos que puedas cumplirlas.
13. Respeta y ayuda al moderador y al presidente  de la reunión.
14. Si vas a participar en la reunión presentando algún tema, envía al menos tres días antes de la misma, a todos los asistentes, copia de la documentación que vas a presentar. 

   6. Consejos  prácticos. 
1.    Empezar la reunión resumiendo las conclusiones de la anterior.
2.    Revisar cómo se han cumplido las decisiones de la reunión anterior o de aquellas, cuya fecha de ejecución fue planificada para antes de la presente reunión y deberá por tanto quedar reflejado en el acta de la de hoy.
3.    Utilizar ayudas audiovisuales: ordenador, cañón, retroproyector, papelógrafos, pizarras.
4.    Utilizar técnicas creativas para tomar notas que descansan la mente, tales como:”mapas mentales” (“Brain Maps”), configuraciones de desarrollo matriz, que facilitan su seguimiento y comprensión.
5.    Hacer descansos regularmente. Cada 1 ¼ h,  suele ser buena práctica.
6.    Tener previstos los horarios para “cofee breaks” y comidas.
7.    Variar la manera de organizar las reuniones: distintas salas,  distintos lugares, posición  de la mesas. Si son reuniones regulares, que todos participen en el papel de moderador, presidente y en la función de secretario.
8.    Utilizar salas agradables. Preferiblemente con luz exterior. Sin ruidos. 

III. Acta y Evaluación. 
Al finalizar cada reunión es importante que cada uno de los asistentes: 

1.    Haga una relación en su agenda, de todas las tareas que ha asumido.
2.    Termine sus tareas en la fecha acordada y con el nivel de calidad esperado.
3.    Considere después de cada reunión si: 
·         ¿Ha funcionado la reunión satisfactoriamente?
·         ¿Puedo hacer algo para asegurarme de que la próxima reunión funciona mejor?.
Y tenga en cuenta la importancia de:
1.    Informar cuando una tarea está terminada o surgen complicaciones en el camino. “Feedback” adecuado.
       2.   Hacer  su propio seguimiento.

Existen dos documentos que nos permitirán evaluar la utilidad y los resultados de las reuniones. 
El  primero es la evaluación de la misma, que a partir de la opinión de los asistentes, nos ayudará a mejorar la  eficacia de las reuniones. 
Esta evaluación es muy importante para todos, así conocemos como hemos valorado la reunión, no desde una perspectiva individual, sino de equipo. No obstante en algunos casos concretos y por circunstancias concretas,  pueden los participantes, decidir no hacer esa evaluación.
El segundo es el acta de la reunión, que permitirá hacer un seguimiento de los temas y acuerdos alcanzados. 
Las actas, dentro de lo posible, deberían estar disponibles inmediatamente después de la reunión y nuca mas tarde de los tres días siguientes. 
Las actas deben indicar claramente: 

  1. Qué tiene que hacerse.
  2. Quien va a hacerlo.
  3. Para cuando es.
Juan F Bueno

Publicado el a las 12:47 por Juan Bueno

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martes, 20 de mayo de 2014

Hace algunas semanas escribí una reflexión sobre las emociones que generó bastantes comentarios de mis lectores. Esto demuestra que es un tema que no nos deja indiferentes. Es lógico. El ser humano es una criatura que alberga sentimientos, emociones, recuerdos, experiencias.
 
 
Las personas pensamos porque sentimos o sentimos porque pensamos. Estas dos facetas nos separan del mundo animal. O tal vez no. La actualidad de estos días me ha inspirado este artículo “se me olvidó pensar”. Algunas de las noticias que nos acompañan en el día a día son síntoma evidente de aparcar el pensamiento. Y tal vez el sentimiento. Eso logra asustarme. ¿En qué nos estamos convirtiendo? Los sentimientos y las emociones caminan juntos en nuestras vidas y en muchas ocasiones la dirigen.
 
Las emociones son más reptilianas, más reactivas, más primitivas. Surgen y las experimentamos. Si caminamos solos por una calle oscura y nos encontramos de frente con un hombre con mal aspecto y que empuña un arma, seguramente sentiremos miedo, temor, incertidumbre, incluso puede que esa emoción nos haga salir huyendo o nos paralice. La emoción no se racionaliza, es un estado muy intenso que proviene de una Reacción (el miedo a ser atacado) y tiene una parte mental y otra orgánica (temblor, sudor). Reacciona nuestro instinto: Nos tenemos que poner a salvo. En los sentimientos intervienen más elementos: Son emociones que ya han pasado por más filtros intelectuales o de consciencia. En el sentimiento ya existe comprensión, entendimiento y reflexión.
 
El amor es sentimiento y la pasión es emoción. Si echamos un vistazo a la vida de las Organizaciones empresariales vemos que confluyen a veces sin orden ni concierto. Ante un Jefe imperativo, intolerante o que transmite siempre un feed back negativo, sentiremos emociones destructivas, negativas, en las que tendemos a contraernos. Por el contrario, ante un superior que nos impulsa, nos anima o sabe cómo motivarnos, nuestras emociones serán positivas, tenderemos a la expansión.
 
Las emociones no son más que nuestra reacción ante los eventos que nos ocurren. Hasta aquí todo entraría dentro de lo razonable. Pero vuelvo a la actualidad, a esas circunstancias que son las que nos rodean y pueden desbaratar todas las teorías. Yo me pregunto qué pasa por las cabezas o los corazones de algunas personas, o más bien qué justifica determinadas acciones. Pensamiento, sentimiento. Tal vez son piedras y no personas. ¿Qué inspira al Sr. Bárcenas a tratar de implicar a un montón de personas con acciones presuntamente ilícitas y desde luego poco éticas?. ¿Qué ha pesado en él, el pensamiento (análisis racional de su situación, ponderando así mismo el resultado de sus actuaciones) o el sentimiento (soledad al ingresar en la cárcel, frustración por verse privado de libertad) o tal vez la emoción (temor, incertidumbre ante un entorno desconocido).
 
¿Qué inspira a esos directivos que mandan (y digo bien, mandan y ordenan) llevando a sus equipos con mano de hierro, escasa emocionalidad y poco o ningún respeto por sus sentimientos?. ¿Piensan o sienten? Tengo serias dudas al respecto. Reconocer la emocionalidad de las personas, me parece un síntoma de inteligencia. Y ojo no hablo de sentimentalismos ni noñerías! Dirigir una Empresa, un equipo, un negocio, un partido político, incluso una familia, no es tarea sencilla!. Pero me parece imprescindible aceptar como natural que, en el desarrollo de cualquier proyecto, intervienen aspectos materiales o tangibles, y de igual manera aspectos humanos y emocionales.

Tenemos que aceptar que las emociones y el pensamiento son herramientas para dirigir un negocio, por ejemplo. Pero hacerlo requiere una gran introspección personal y un humilde reconocimiento de defectos y virtudes. Y no todos los dirigentes están dispuestos a hacerlo. Podría ser un signo de debilidad, piensan algunos. A mí me parece una señal de fortaleza y valentía. Lo que me entristece profundamente es qué pasa por los pensamientos y sentimientos de esas personas capaces de todo con tal de causar daño.Sea en el ámbito que sea. Yo estoy convencido de que las emociones se contagian, y aquellas que son destructivas generan negatividad a su alrededor y aquellas que son positivas nos fortalecen y favorecen la autoestima.
 
Funcionan como verdaderos antídotos en un mundo como el nuestro, que hay días que se me antoja especialmente duro. Gestionar el cambio y promover la innovación, es la única solución para la supervivencia empresarial, y ése es un proceso de gestión de emociones.
 
Si alguien os ha dicho que las Empresas se dirigen con la racionalidad y los números, simplemente os han ocultado gran parte de la verdad. El escritor argentino Jorge Bucay decía: "No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con ellas”.
 
 
 
Juan F. Bueno

Publicado el martes, 20 de mayo de 2014 a las 16:45 por Juan Bueno

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